Programas preventivos: Pautas de vacunación y desparasitación.
La forma de ver a nuestras mascotas ha cambiado mucho a lo largo de los años, somos más conscientes de que enferman como nosotros y necesitan vacunas, desparasitaciones, chequeos y una buena alimentación.
Insistimos en la importancia de realizar revisiones periódicas a las mascotas, bien cuando le toquen sus vacunas y desparasitaciones, o chequeos geriátricos más regulares si el animal ya es adulto.
Gatos y perros son los animales de compañía que con mayor facilidad seintegran en la vida familiar, pero cuando una persona decide tener uno de estos animales asume un compromiso de 10 o 15 años, la duración aproximada desu vida. Pero no todos los dueños cumplen su compromiso. Algunos decidenque no pueden alimentarlos o no pueden pagar las visitas al veterinario; consideran que los animales ya no pueden estar en su casa o que están másfelices en libertad. Por una razón o por otra, muchos animales domésticos terminan abandonados en las calles. Esto, más allá de causarles sufrimiento y entrañar una falta de respeto a la dignidad de estos seres vivos, genera un auténtico problema, ya que estos animales pueden transmitir enfermedades, no sólo a otros animales sino también al ser humano, y pueden deteriorar el medio ambiente, contribuyendo al ruido y a la contaminación. Por todo ello, debemos tener en cuenta que la tenencia responsable de un perro o un gato está relacionada con la salud pública, no solamente con la salud animal.
Antes de vacunar a un animal, es imprescindible asegurarse de que su salud es correcta, ya que, si del reconocimiento veterinario se desprende que ésta no es buena, es aconsejable recuperar su salud y después vacunarle.
La edad de vacunación de los cachorros está ligada al estado inmunitario de sus madres. La importancia de la transferencia de inmunidad pasiva a través de la placenta y especialmente a través de la absorción del calostro durante las primeras horas de vida es fundamental para la sobrevivencia de la cría.
La vida media de los anticuerpos maternos y el grado de absorción del calostro influyen directamente en la duración de este período de protección pasiva, en el cual, si vacunamos, podemos generar poca respuesta inmune y quizá consumir parte de los anticuerpos protectores.
El programa de vacunación debe adaptarse a la epidemiología que afecte al animal y al grado de exposición a la infección o riesgo de contagio. Del mismo modo, hemos de observar si el animal está libre de parásitos, y si no proceder a la desparasitación, tanto interna como externa.
Habitualmente los calendarios de vacunación para perros y gatos varían según los veterinarios. Las características anatómicas y fisiológicas de perros y gatos no son iguales, por lo que sus enfermedades y su respuesta a los fármacos tampoco son iguales. De ahí que los tratamientos no puedan ser idénticos.
Las vacunas, desparasitaciones y revisiones son los pilares de la medicina preventiva.
Los beneficios de la vacunación son indiscutibles, tanto para la salud humana como animal. Los programas de vacunación han tenido un gran impacto positivo sobre el control y erradicación muchas enfermedades infecciosas.
La vacunación es la forma más barata y eficiente de controlar una enfermedad infecciosa, aun así, deben evaluarse riesgos y beneficios y sólo deben ser vacunados animales sanos, por ello es fundamental una historia clínica detallada y exploración exhaustiva del paciente. Asimismo, se debe enfatizar el concepto de “controles regulares de salud” normalmente anuales y no necesariamente unido a la administración de una vacuna. No obstante, en estos controles se puede incluir la aplicación de vacunas no esenciales, puesto que su duración mínima de inmunidad (DOI) generalmente es de un año.
Definición OMS de Vacuna
Se entiende por vacuna cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. Puede tratarse, por ejemplo, de una suspensión de microorganismos muertos o atenuados, o de productos o derivados de microorganismos. El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral.
Las vacunas son la única manera de prevenir ciertas enfermedades causadas por virus y algunas bacterias y empiezan a aplicarse a partir de los 45 días de edad. Los virus y bacterias están presentes en animales enfermos, en el aire, en las secreciones de animales enfermos o portadores y son una de las principales causas de muerte en los animales. Las vacunas ofrecen un alto índice de protección cuando son aplicadas de manera correcta y por un profesional cualificado.
Calendario de vacunación para perros
La vacunación es muy importante en nuestros perros puesto que supone la primera línea de defensa frente a las enfermedades infecciosas. En nuestra zona hemos de considerar la parvovirosis, el virus del moquillo, la hepatitis vírica o la leptospirosis. Algunas de estas enfermedades han bajado su incidencia gracias a los propietarios responsables que vacunan periódicamente a sus mascotas. No obstante, es muy difícil que desaparezcan al ser endémicas debido a la existencia de reservorios y otros factores que hacen imposible su erradicación. Esto hace que si en algún momento bajase el número de perros y gatos vacunados existiría un aumento del número de casos con consecuencias muy graves.
El parvovirus es una enfermedad relativamente reciente, empezó a finales de los años 70. Su dispersión fue muy rápida por todos los países del mundo. Al principio ocasionó muchísimas muertes. Afortunadamente y gracias a la vacunacióN, hoy en día vemos menos casos. El virus del moquillo es un enemigo letal. Desgraciadamente aquellos perros que son infectados terminan falleciendo y los que superan la enfermedad pueden quedar con secuelas neurológicas muy graves.Hay que saber que para que la vacuna alcance la tasa de protección más elevada es necesaria la colaboración del sistema inmunologico del animal, por lo que NO SE DEBE VACUNAR A UN ANIMAL ENFERMO.
Además, es importante también que el animal haya sido desparasitado previamente. Si el animal está enfermo o parasitado estará luchando contra estos procesos y perderá fuerza para pelear contra el virus de la vacunación. Este virus vacunal es inactivo y no producirá nunca enfermedad, pero la respuesta del sistema inmunologíco no será buena al estar luchando en varios frentes y la tasa de protección que hemos conseguido será deficiente.
En el caso de los cachorros se comienza a vacunar con una edad mínima de 6 semanas. En este caso se pone una vacuna bivalente frente a parvovirus y moquillo (VACUNA PUPPY). Después de esta primera dosis idealmente se revacuna con 9 y con 12 semanas con una vacuna más completa que incluye además protección frente a hepatitis vírica y leptospirosis. Es muy importante que, aunque haya algún cambio en esta pauta el cachorro reciba una dosis de vacunación con un mínimo de 12 semanas de edad, de hecho de acuerdo con los últimos estudios, en muchos países se pone una nueva dosis a las 16 semanas. Tras esta pauta inicial de vacunación se recomienda aplicar una dosis anual de recordatorio.
Para que el cachorro pueda ser vacunado debe estar previamente identificado con microchip.
Desgraciadamente, en nuestra zona y de forma endémica, existe una enfermedad parasitaria muy grave: leishmaniosis. Durante años se ha intentado obtener una vacuna efectiva. El hecho de que la enfermedad la provoque un parásito y no un virus o bacteria hace más difícil la obtención de la vacuna. Su transmisión es debida a la picadura de un mosquito flebotomo. La actividad de este mosquito es mayor al atardecer y amanecer por lo que en zonas donde existe una alta tasa de incidencia de leishmaniosis aquellos perros que viven en el exterior delas viviendas deberían de adoptar la mayor cantidad de medidas preventivas. Será obligatorio por tanto el uso de repelentes y collares con actividad frente los flebótomos, así como la vacunación ya que en los últimos años por fin se ha conseguido la obtención de dicha vacuna. Será obligatorio la realización de un test de leishmaniosis antes de proceder a vacunar para saber si nuestra mascota padece la enfermedad.
Las vacunas protegen a los perros de enfermedades que pueden ser peligrosas para su salud. El calendario de vacunación de los perros es el siguiente:
- Los cachorros de un mes y medio se tienen que vacunar de la parvovirosis, el moquillo y dos dosis de polivalentes.
- A los dos meses de edad, los cachorros tienen que vacunarse de la polivalente.
- A los tres meses, a los cachorros hay que ponerles la vacuna de refuerzo de la polivalente.
- A los cuatro meses se vacunan contra la rabia.
- Al año, toca el recuerdo de la vacuna polivalente y de la vacuna de la rabia.
Calendario de vacunación para gatos
Antes de comenzar con la pauta de vacunación de los gatitos se recomienda que estén desparasitados y, además, si alguno de los padres es callejero o se desconoce su estado sanitario, es recomendable realizar una prueba de leucemia e inmunodeficiencia felinas, que son dos enfermedades víricas importantes en esta especie.
Para los gatos se recomienda vacunar frente a la rinotraqueítis, calicivirus y panleucopenia mediante la vacuna trivalente y la leucemia felina en todos los casos. La primera dosis se aplica con un mínimo de 8 semanas y la segunda un mes después de la primera. En el caso de los gatos siempre se recomienda poner las dos dosis de la vacuna para alcanzar una tasa de protección correcta, independientemente de la edad a la que comencemos a vacunar. Se recomienda una revacunación anual con una dosis de recordatorio.
La panleucopenia felina es otra enfermedad fatal para los gatitos pudiendo provocar desde problemas cerebelares en recién nacidos hasta gastroenteritis hemorrágica e inmunosupresión como el parvovirus canino. Este es el motivo por el que a la parvovirosis canina en algunas zonas de España se le llama “la enfermedad del gato”. No podemos dejar de pensar en la gravedad del virus de la leucemia felina. Este último virus pertenece a la familia de los retrovirus como el de la inmunodeficiencia humana. Es mortal en la mayoría de las ocasiones y hemos de saber que los gatos pueden ser portadores y no mostrar signos de enfermedad e incluso nacer con él habiéndoselo transmitido la madre.Es importantísimo por lo tanto hacer un test previo para confirmar que nuestro gato no tiene el virus antes de ser vacunado. Aprovecharemos esta ocasión para testar a nuestro gato de otro virus frente al que desgraciadamente no existe vacuna: el virus de la inmundoficiencia felina.
En el caso de los gatos, la vacunación frente a la rabia es opcional. SI ES OBLIGATORIA LA IDENTIFICACIÓN CON MICROCHIP.
Existen tantas pautas de vacunación para gatos como veterinarios. Pero, se recomiendan seguir las siguientes pautas:
- A las 8 semanas, hay que poner a los gatitos la primera dosis de la vacuna Trivalente.
- A las 11-12 semanas vacuna recordatorio de la Trivalente.
- A los 4 meses, a los gatitos les toca vacuna Leucemia.
- A las 19 semanas vacuna recordatorio de la Leucemia.
- A los 6 meses vacuna de rabia.
- Anualmente, hay que vacunar a los gatos con una vacuna recordatoria de la trivalente, contra la leucemia y contra la rabia.
Calendario de vacunación para hurones
Cada vez son más los hurones que se hacen un hueco en las familias. El hurón también necesita sus vacunas, toma nota del calendario de vacunación:
- A las 6-8 semanas, al hurón le toca la primera vacuna de moquillo.
- A las 9-11 semanas, le toca la segunda de moquillo.
- A las 12-14 semanas la última de moquillo.
- Cuando el hurón cumpla 3 meses, le pondremos la vacuna de la rabia.
- Al año toca recordatorio de la vacuna del moquillo y la rabia.
NO SE DEBE VACUNAR A UN ANIMAL ENFERMO.
DESPARASITACIONES
Son muy importantes para mantener nuestros animales sanos. Los parques, campos y calles, son ambientes propicios para que contagien las mascotas. Hay que diferenciar entre parásitos internos o intestinales (lombrices y tenías principalmente, aunque hay otros) y parásitos externos (como pulgas, garrapatas, piojos, mosquitos, etc). Para los primeros, recomendamos que nos visiten cada tres meses para proporcionarles el tratamiento preventivo adecuado. Para los parásitos externos recomendamos la combinación de collares o pipetas repelentes de mosquitos con productos más específicos para pulgas y garrapatas.
No es exagerado asegurar la presencia de parásitos en el 85% de los perros, de los que una mínima parte son transmisibles al hombre, pero dado el contacto diario del perro con la familia, y sobre todo con los niños, es fundamental su desparasitación
Los síntomas más comunes que nos pueden indicar una situación de parasitación en un animal son: adelgazamiento, tristeza, abatimiento, pelo reseco, erizado y opaco, apetito voraz (a veces inapetencia), colitis y, en ocasiones, eccema húmedo en la piel.
Al percibir cualquiera de estos síntomas, lo ideal es una visita al veterinario y si no, efectuar un análisis coprológico de la materia fecal, durante tres días consecutivos, observando así la presencia o no de parásitos.
Para comenzar, lo más importante, es saber si la madre está desparasitada. Si la madre está desparasitada, se comienza la desparasitación del cachorro unos días antes del destete, antes del cambio de alimentación.
Si la madre no está desparasitada o se ha separado de ella al cachorro, se comienza la desparasitación a partir de las dos semanas con fármacos seguros. Se repite al mes, a los dos meses y a los tres meses. Después se debe realizar 4-8 veces al año, en función del riesgo: relación con otros perros, relación con niños, salidas al campo, etc. En las áreas rurales y debido a la gran facilidad de adquirir el Equinoccocusgranulosus, que da lugar al quiste hidatídico, es aconsejable la desparasitación con praziquantel cada 45 días.
Los medicamentos antihelmínticos, los más utilizados en desparasitación, pueden tener un principio activo o varios. Se deberían utilizar los que asocien varios compuestos activos, pues el espectro de acción es mayor, por lo que su eficacia también es superior. Con frecuencia se utiliza el mismo medicamento varias veces, pero es bueno y aconsejable cambiar de medicamento.
Si observamos posible infestación por análisis coprológico o de otro tipo, es necesario volver a aplicar el tratamiento más efectivo, sin tener en cuenta el tiempo cuando se le aplicó la última vez.
Hay que advertir que los tratamientos antiparasitarios sólo sirven para eliminar los posibles parásitos existentes en el animal en ese momento, pero no evitan que al poco tiempo puedan volver a infestarse, por lo que tendremos que tener cuidado con nuestros animales en ese sentido. Recordar también, que si se tienen varios animales en el mismo lugar, deben desparasitarse todos, pues el contagio de unos a otros es muy frecuente.
Desparasitación interna
Es importante realizar un adecuado control de los parásitos internos en nuestras mascotas tanto por su salud como por la de sus propietarios ya que hay algunos parásitos que pueden transmitirse a las personas. En nuestra zona geográfica utilizamos productos para los parásitos más comunes, pero no nos olvidaremos informarnos si viajamos a alguna zona de España o el extranjero de otros parasitos que aquí son infrecuententes como por ejemplo la filariosis o gusano del corazón.
Debemos tener en cuenta que si tenemos varias mascotas hay que mantener la misma pauta de desparasitación para todas ellas, y hacerlo el mismo día, para evitar la transmisión de unas a otras.
Dependiendo de la edad, el estado sanitario y el riesgo de contagio utilizaremos distintos productos y en distintas fechas, pero como pauta general para una mascota que vive en una casa, come pienso comercial y tiene una higiene adecuada- sugerimos la siguiente pauta:
Desparasitación perros
Los síntomas más comunes que nos pueden indicar una situación de parasitación en un animal son: adelgazamiento, tristeza, abatimiento, pelo reseco, erizado y opaco, apetito voraz (a veces inapetencia), colitis y, en ocasiones, eccema húmedo en la piel.
Al percibir cualquiera de estos síntomas, lo ideal es una visita al veterinario y si no, efectuar un análisis coprológico de la materia fecal, durante tres días consecutivos, observando así la presencia o no de parásitos.
Para comenzar, lo más importante, es saber si la madre está desparasitada. Si la madre está desparasitada, se comienza la desparasitación del cachorro unos días antes del destete, antes del cambio de alimentación.
Si la madre no está desparasitada o se ha separado de ella al cachorro, se comienza la desparasitación a partir de las dos semanas con fármacos seguros. Se repite al mes, a los dos meses y a los tres meses. Después se debe realizar 4-8 veces al año, en función del riesgo: relación con otros perros, relación con niños, salidas al campo, etc. En las áreas rurales y debido a la gran facilidad de adquirir el Equinoccocusgranulosus, que da lugar al quiste hidatídico, es aconsejable la desparasitación con praziquantel cada 45 días.
Los medicamentos antihelmínticos, los más utilizados en desparasitación, pueden tener un principio activo o varios. Se deberían utilizar los que asocien varios compuestos activos, pues el espectro de acción es mayor, por lo que su eficacia también es superior. Con frecuencia se utiliza el mismo medicamento varias veces, pero es bueno y aconsejable cambiar de medicamento.
Si observamos posible infestación por análisis coprológico o de otro tipo, es necesario volver a aplicar el tratamiento más efectivo, sin tener en cuenta el tiempo cuando se le aplicó la última vez.
Hay que advertir que los tratamientos antiparasitarios sólo sirven para eliminar los posibles parásitos existentes en el animal en ese momento, pero no evitan que al poco tiempo puedan volver a infestarse, por lo que deberemos tener cuidado con nuestros animales en ese sentido. Recordar también, que, si se tienen varios animales en el mismo lugar, deben desparasitarse todos, pues el contagio de unos a otros es muy frecuente
Hay que comenzar a desparasitar a partir de los 15 días de vida a nuestros cachorros, con un producto adecuado para ellos. Lo ideal es que la madre haya sido desparasitada internamente 15 días antes del parto, así se disminuye el riesgo de contagio a la camada.
Tras esta primera desparasitación, repetiremos la dosis cada 2 semanas hasta que cumpla los 3 meses de edad, haciéndolo coincidir con la segunda dosis de la vacuna tetravalente.
Entre los 3 y los 6 meses se recomienda desparasitar una vez al mes, y a partir de entonces, pasaremos a desparasitar cada 3 meses durante el resto de vida del animal. Una manera fácil de recordar cuándo tenemos que desparasitar a nuestro perro es hacerlo en cada cambio de estación.
Desparasitación gatos
Lo primero que hay que hacer es un tratamiento preventivo contra los parásitos internos, que afectan al aparato digestivo. Debe iniciarse a las 2-6 semanas de vida, repetirlo cada 2 semanas hasta los 3 meses y continuar cada 3-6 meses, dependiendo del contagio entre gatos y de éstos al hombre.
Es aconsejable realizar un tratamiento contra los cestodos, que se efectuará cada 45 días en los casos de mayor riesgo y cada 3 meses en los demás casos.
Generalmente es conveniente realizar una desparasitación 15 días antes de la vacunación. También es recomendable realizar un tratamiento previo al parto con productos seguros, 1-2 semanas antes; y lo mismo rige antes de la monta, tanto en el macho como en la hembra.
Los fármacos más utilizados en gatos contra nematodos son: mebendazol, flubendazol, oxibendazol, fenbendazol y pirantel. Los más empleados en gatos contra los cestodos son: praziquantel, niclosamida, mebendazol, fenbendazol y flubendazol.
Comenzaremos a desparasitar a los gatitos a partir de los 15 días de edad con un producto adecuado para ellos. Después se repetirán las dosis cada 2 semanas hasta los 4 meses de edad.
Para el resto de los animales se recomienda repetir las dosis cada 3 meses, si el animal convive con un perro o tiene acceso al exterior (jardín, patio, etc…), o cada 6 meses, para los gatos que no salen en ningún momento de la casa y resulta muy complicado por su carácter etc.
Desparasitación externa
Debemos ejercer un buen control frente a los parásitos externos más comunes puesto que pueden ser una fuente de trastornos por sí mismos (problemas de piel, alergias…) o transmitir enfermedades infecciosas graves, como son las garrapatas o pulgas.
Para ello existen en el mercado una amplia gama de productos en distintos formatos (collares, pipetas, comprimidos). En nuestro centro le asesoraremos de la mejor opción para su mascota.
En los cachorros huérfanos, recogidos de la calle, es recomendable hacer una desparasitación externa con un spray de fipronil para eliminar las pulgas y otros parásitos que pueda portar.
En el caso de los PERROS debemos utilizar un producto como mínimo entre marzo y septiembre, puesto que, debido al clima templado, es la época del año de mayor riesgo; pero es recomendable desparasitar durante todo el año.
Utilizaremos un producto contra pulgas, garrapatas, moscas y mosquitos.
En el caso de los GATOS dependerá del estilo de vida de nuestra mascota (casero, semilibre, libre). El control más importante es frente a las pulgas puesto que muchos son alérgicos a la picadura y pueden desarrollar problemas de piel.
Pasaporte sanitario
A partir del 1 de octubre de 2004, los perros, gatos y hurones que realicen desplazamientos en el ámbito de la Unión Europea tienen que ir acompañados de un pasaporte que hará las veces de tarjeta sanitaria.
Este documento lo expiden veterinarios facultativos y en él se certifica el cumplimiento de los requisitos de vacunación antirrábica, además de otras vacunaciones, con el objeto de que presente toda la información necesaria en relación con la situación sanitaria del animal, además de incluir una sección sobre análisis clínicos y legalización.
Esta reglamentación está en vigor en las distintas comunidades autónomas. Las consejerías de Agricultura, Pesca y Alimentación de los distintos gobiernos autonómicos son las responsables de la emisión y distribución de los pasaportes, aunque pueden delegar en el Consejo General de Colegios Veterinarios. *