DEONTOLOGÍA Y COMUNICACIÓN
1. Administración de centros veterinarios
Antes de comenzar a desarrollar cualquier iniciativa económica empresarial, hay queplantearse si se está capacitado para la actividad que se va a comenzar, si se dispone de losrecursos necesarios, si existe un mercado potencial en el lugar en que se piensa instalar yevaluar la rentabilidad del negocio, los ingresos y los gastos previstos. Una vez evaluadospositivamente estos puntos y tomada la decisión de seguir adelante con el proyecto, hay queresolver una serie de cuestiones previas que definan cómo queremos que sea nuestro centroveterinario y qué tipo de gestión vamos a realizar sobre él. Todas ellas son valoraciones personales y es muy conveniente que las decisiones setomen con conocimiento de toda la información posible al respecto.
En primer lugar, hay que definir el tipo de actividad clínica que pretendemos desarrollaren el centro veterinario; actualmente se contemplan tres tipos: consultorio, clínica y hospital.
Consultorio veterinario: suelen tener en torno a 75 m2. Está dotado de una sala de espera, otra de consulta y una de curas; además de un aseo. También podrían llegar a tener una sala comercial dónde se expondría una serie de accesorios y alimentos para mascotas.
FIG. Consultorio veterinario
Clínica veterinaria: en estos centros se puede pasar consulta y terapias básicas, además se tiene la posibilidad de realizar pequeñas intervenciones quirúrgicas. Tendría una estructura por el encima de los 100 m2 y debería estar compuesta con una sala de espera -un poco más grande que el centro anterior con una recepción, una tienda o área comercial anexa, dos consultas veterinarias, una sala de pre-cirugía y un quirófano. Además de diferentes elementos para hacer diagnóstico de imagen mediante máquinas de Rayos X -por ejemplo- y un pequeño laboratorio.
Fig. Clínica Veterinaria
Hospitales veterinarios: tienen más de 250 m2 y están dotados de dos o tres consultas, un par de quirófanos, una sala de hospitalización, de diagnóstico con imagen y laboratorio “dónde el límite de los materiales los pone la inversión de los que se dispone: TAC, scanners, resonancias magnéticas, etc.
Fig. Hospital veterinario
El consultorio ha de contar, como mínimo, con una sala de consultas (donde podrán realizarsepequeñas intervenciones), un lector de microchips y los materiales necesarios para poderhacer diagnósticos y tratamientos básicos.
La clínica, además de lo anterior, ofrece servicio deradiología, un quirófano completamente equipado y un laboratorio de análisis básico conmicroscopía. Para montar un hospital se requieren como mínimo dos consultas concapacidadpara funcionar simultáneamente, servicio de atención al paciente durante las 24 horas del día,servicios diagnósticos completos de radiología, ecografía, laboratorio clínico, y servicio dehospitalización.
Otra de las primeras decisiones a adoptar es la forma jurídica de que se va a dotar alcentro. Para ello hay que tener en cuenta qué tipo de actividad clínica se va a ejercer, númerode promotores implicados en el proyecto, qué coste económico inicial se quiere aportar(capital mínimo, registros notariales, …), qué tipo de responsabilidad económica (limitada oilimitada) quieren asumir los promotores y el régimen de tributación al Estado (ImpuestoRetributivo de Personas Físicas ó Impuesto de Sociedades). Las posibilidades más indicadaspara adoptar en un centro veterinario serían la de autónomo (una sola persona, sin capitalinicial, con responsabilidad económica personal e ilimitada), las Comunidades de bienes (muyfrecuentes en clínicas con 2 ó 3 veterinarios, sin capital inicial y con responsabilidadilimitada), la Sociedad Civil (similar a la anterior, pero con personalidad jurídica propia) o unaSociedad Mercantil (Sociedad Anónima, Sociedad Limitada o Cooperativa).
En caso de crear un Centro Veterinario en el que se precise contratar más personal deapoyo (veterinario, administrativo o especializado en otras actividades), hay que estudiartambién los tipos de contratos de trabajo (desde contratos en prácticas hasta por tiempoindefinido) y las condiciones que la ley estipula para el empresario y el trabajador en cada unode ellos. La norma básica por la que se regulan estos contratos es el Estatuto de losTrabajadores (Real Decreto 1/1995, de 24 de marzo) ya que, hasta el momento, no existe unconvenio colectivo que regule el trabajo del veterinario contratado en una clínica.
Requisitos del negocio:
Permisos y licencia
Una vez que el emprendedor tenga definido cómo va a ser su negocio, llega el momento de cumplir con los trámites de carácter administrativo.
Además, hay que pedir la licencia apertura, actividad y funcionamiento, inscribir el negocio en el Ayuntamiento en el Registro de Centros y Profesionales Veterinarios, disponer de la autorización municipal visible y se ha de dar de alta en Registro de Actividades Económico-Pecuarias de la Comunidad correspondiente en la categoría de núcleo zoológico: consultorio, clínica u hospital.
El personal y el tipo de contrato que se le va a hacer: a tiempo parcial, completo o la contratación de un freelance, dependerá del tipo de sociedad empresarial escogida: autónomo persona física o sociedad, normalmente suele ser limitada.
Un Centro Veterinario, al igual que cualquier otra empresa ha de constar como tal en distintos registros de las Administraciones Públicas. En el aspecto económico, hemos de registrarlo en el Ministerio de Hacienda, para justificar periódicamente los bienes obtenidos de la actividad del centro y cotizar en función de los mismos. Los impuestos que han de abonarse (IRPF ó Impuesto de Sociedades) difieren en cuantía y periodicidad en función de la forma jurídica con que se haya constituido la empresa. En el aspecto empresarial y también en función de la forma jurídica (obligatoriamente las sociedades mercantiles y opcionalmente el resto), debemos inscribir el negocio en el Registro Mercantil de la Comunidad Autónoma en que se localice físicamente el mismo. Y, por último, debido a su implicación sanitaria, debemos inscribir el centro en el Ministerio de Agricultura.
A nivel local, cualquier empresa con actividad económica debe solicitar una Licencia deApertura Calificada; para obtener esta licencia para un Centro Veterinario han de presentarseen el Ayuntamiento los siguientes documentos: contrato de arrendamiento, compraventa oescritura de propiedad, proyecto de instalaciones del local y dirección facultativa visado por elColegio de Arquitectos, certificando que el local reúne las condiciones establecidas pararealizar en él la actividad clínica veterinaria solicitada, justificante de estar al día en larecaudación del impuesto de bienes inmuebles (IBI) y el alta de licencia fiscal de actividadescomerciales o profesionales mencionada en el punto anterior.
El uso de métodos de diagnóstico de imagen, como los Rayos X, exige que se tengan que pedir unos permisos especiales a Industria, al Consejo General de Energía de Nuclear que tiene que hacer un proyecto sobre el impacto de la radiación y tiene que verificar la seguridad.
También hay que asegurar el local contra incendios y robos (los centros veterinarios son robados una media de dos veces al año según reveló Fernández). El profesional debe contratar un seguro de responsabilidad sanitario y colegiarse.
Reglamento Clínicas
Reglamento para el ejercicio profesional en clínica de pequeños animales.
La asamblea general de presidentes de la Organización Colegial Veterinaria aprobó el pasado sábado 11 de julio la liquidación de los presupuestos de 2014 y el “Reglamento para el ejercicio profesional en clínica de animales de compañía”.
Este reglamento contempla, entre otros extremos, la utilización de medios de transporte para el traslado de animales y las intervenciones veterinarias que se realizan en las sociedades protectoras de animales, cada día más numerosas en el territorio nacional.
La asamblea trató asimismo temas que preocupan especialmente a la profesión como la inflación de Facultades de Veterinaria que se está produciendo y las perniciosas consecuencias que acarrea para la profesión y en especial para los servicios profesionales clínicos y la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido aplicada desde agosto de 2012, que pasó de un tipo reducido del 8% a uno normal del 21%.
CAPITULO I
FORMAS DEL EJERCICIO PROFESIONAL
DEFINICIÓN DE LOS CENTROS DE TRABAJO
Artículo 1. La clínica veterinaria es aquella especialidad del ejercicio de la veterinaria que se ocupa de las enfermedades y su prevención, del manejo, conducta, nutrición, selección genética, medicina preventiva y curativa, identificación y peritaje de los perros, gatos y de otros animales de compañía.
Artículo 2. El ejercicio de la clínica veterinaria sólo podrá ser realizado por veterinarios colegiados y podrá adoptar exclusivamente las siguientes modalidades:
Actividad realizada por un veterinario en el domicilio del cliente o donde éste determine, sobre animales propiedad del cliente. El Comité Asesor redactaráun listado de las prácticas no permitidas en este tipo de actividad.
Actividad realizada en consultorio, clínica u hospital veterinario por el propietario del centro, que habrá de ser veterinario.
Actividad realizada por un veterinario en consultorio, clínica u hospital veterinario, bajo la dependencia de su propietario (persona física o jurídica, pública o privada), sea o no veterinario. Esta dependencia comportará la preexistencia de una relación contractual entre las partes de carácter civil, mercantil o laboral.
Actividad realizada como veterinario responsable de criaderos, tiendas de animales o núcleos zoológicos con los animales de estos centros. Esta dependencia comportará la preexistencia de una relación contractual entre las partes de carácter civil, mercantil o laboral.
Actividad realizada por veterinario en un local autorizado temporalmente por la administración y que cumpla los requisitos del presente Reglamento.
Actividad realizada por cuenta propia en consultorio, clínica u hospital veterinario por un profesional veterinario de otro centro pero que utiliza todos o algunos de los medios del centro donde se realiza la actividad.
Actividad realizada por un veterinario en hospital universitario.
Requisitos del veterinario:
El o los veterinarios que se responsabilicen de la labor clínica de un centro veterinariodeben estar en posesión (o haber solicitado) del Título Oficial de Veterinario expedido poralguna Universidad Española o de algún país de la Comunidad Europea. En caso de haberrealizado sus estudios en otro país, debe presentar la convalidación de los mismos.
Los veterinarios, al igual que el resto de los profesionales que trabajen en un centroveterinario (ya sea por cuenta propia o ajena), han de estar dados de alta en el Régimen de laSeguridad Social, ya sea como autónomos o como trabajadores dependientes. Otro requisitoimprescindible es estar colegiado en alguno de los Colegios Oficiales de Veterinarios denuestro país (sistema de colegiación única) y estar al corriente de pago de las cuotas.
Preferentemente, la colegiación se realizará en el Colegio de la provincia en que se localice elcentro veterinario. Los órganos colegiales exigen a sus miembros el compromiso clínicoprofesional y el cumplimiento del código deontológico, sin menoscabo del conocimiento ycumplimiento de la legislación sanitaria nacional, autonómica y local. Las actividades yregímenes de los colegios profesionales se reflejan en el Real Decreto Ley 5/1996, de 7 dejulio; su principal labor consiste en ofrecer apoyo a los miembros colegiados en el ejercicio desu profesión.
Mantenimiento del centro veterinario:
Cuando el centro veterinario ya está listo para su apertura y atención a los pacientes,comienza una nueva etapa que requiere también gestiones administrativas, legales,comerciales y sanitarias dirigidas tanto al mantenimiento como a la mejora del CentroVeterinario.
Por una parte, se encuentra la gestión clínica: apertura, actualización y renovación de lasfichas e historias clínicas, en las que se han de recoger todas las intervenciones sanitarias decada paciente. Actualmente, existen varios programas de software en el mercado que nospueden ayudar en esta labor (winvet, clinican, veterwin…). Dentro de esta gestión clínicatambién hay que contemplar la posibilidad de contratar servicios clínicos asistenciales(ecografía, electrografía, análisis clínicos, cirugías complicadas…) aportados por compañerosespecialistas; a pesar de que nuestro centro veterinario no posea infraestructura para realizarestas labores, pueden resultar útiles en la resolución de algunos casos.
La mayor parte de la gestión legal y sanitaria de la clínica es controlada por laConsejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma pertinente, para lo cual los profesionalesdebemos inscribirnos como “Veterinario Colaborador “. Ello supone un compromiso decumplimiento de las Leyes de Sanidad animal (Ley 8/2003 de 24 de abril) y de Protección delos Animales Domésticos (Ley 1/2000 de 11 de febrero) y de los criterios establecidos por laadministración autonómica competente en materia de vacunaciones obligatorias,identificación individual y notificación de enfermedades. La transmisión de informaciónsanitaria entre la administración y los centros veterinarios se realiza periódicamente (cada 15-30 días) y, en la mayoría de las gestiones, a través de los Colegios profesionales
La gestión de la seguridad en la clínica precisa del seguimiento de una serie deactividades, como son la contratación de los servicios de una empresa de recogida (y,opcionalmente, procesado) de residuos que retirará del centro veterinario los distintos envasesdestinados a su almacenaje con una periodicidad máxima trimestral y el control del nivel deradiación alcanzado por el personal de la clínica mediante dosímetros (este servicio tambiénpuede ser gestionado por empresas que ofrecen un servicio especializado de gestión de lasinstalaciones de radiodiagnóstico en centros sanitarios).
Todas estas gestiones de mantenimiento (sanitario, legal y de seguridad) han de quedarreflejadas en unos registros en los que figuren detalladamente cada una de las actividadesrealizadas. Estos registros deben ser conservados en el centro veterinario durante 5 años yaque pueden ser reclamados por los Organismos competentes con motivo de una inspección.
La legislación actual requiere que se guarden registros de: los animales identificados mediantelos sistemas oficiales (microchip o tatuaje), los animales que han causado baja, los animalesvacunados de los procesos obligatorios, los pasaportes firmados, los fármacos administradosen el propio centro durante actos clínicos y las radiografías realizadas.
Formación continuada:
La calidad del servicio que ofrece un centro veterinario depende directamente de laformación clínica de los veterinarios que en ella trabajan. Por este motivo, uno de losprincipales pilares en los que se ha de basar el mantenimiento de un centro sanitario de estascaracterísticas es mantener actualizada la formación del personal clínico. Para ello se ha dedisponer de una biblioteca actualizada, en la que podamos consultar los últimos avances endescripción de cuadros patológicos, técnicas diagnósticas, herramientas terapéuticas, …. Esconveniente también mantener la suscripción a revistas que nos ofrezcan información tantocientífica como de actualidad profesional y social relacionada con el sector, ser miembro yparticipar en las actividades de alguna de las asociaciones de Veterinarios Clínicos dedicadosa estas especies animales (AMVAC, AVEPA, …), y asistir a cursos y congresos, en los quese puede aprender de forma directa los últimos avances clínicos, intercambiar opiniones yexperiencias y mantener una buena relación con otros compañeros (veterinarios o de otrasprofesiones del área de ciencias de la salud).